miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ñam ñam!

Para esta navidad...me propongo hacer Cookies!



¡Navideños también!





  • 125gr Azúcar Moreno
  • 60gr Azúcar Blanco
  • 110gr Mantequilla sin sal
  • 1 Huevo
  • 230gr Harina de Trigo
  • 1 Pizca de Sal
  • 1 Pizca de Levadura Royal
  • 1 Cdta de Azúcar Avanillado
  • ó1 cda esencia de vainilla
  • 150gr Pepitas de Chocolate
  • 60gr de Nueces

domingo, 11 de diciembre de 2011

En verdad la vida es misteriosa, cuando oteas la hipotética pérdida de un familiar querido te das cuenta de la poca valoración que le atribuyes al mismo.
Es duro, pero real... tan palpable como la piel sesgada de una fruta exótica, tan clandestino que nunca encuentras ese brío, esa iluminación que es de necesidad vital para no tirar todo por la borda...
La realidad en contadas ocasiones te da la espalda y, en muchas otras contadas, no te las da...por eso hay que saber cómo aprovechar los momentos con esas personas que de pureza, de tempestad y sabiduría rebosan por doquier. Hay que saber conducir un automóvil en marcha, hay que saber respirar el aire contaminado para poder saborear un aire sin alteraciones. Finalizando, hay que proclamarse dueño de su día día, y presionarse así mismo para conseguir la realización de sus sueños, la compañía de aquéllos y ser, única y llanamente, feliz.

Al fin y al cabo...podía decirse que es primordial para nuestra salud.

jueves, 8 de diciembre de 2011

Mucha gente no sabe que el ojo humano tiene un punto ciego en su campo de visión. Hay una parte del mundo para la que estamos literalmente ciegos. El problema es que a veces nuestro punto ciego nos protege de cosas que no deberían ser ignoradas. A veces nuestro punto ciego hace que nuestras vidas sean felices y radiantes. En lo que se refiere a los puntos ciegosquizá nuestros cerebros
no estén resarciéndose. 
Quizá están protegiéndonos.
¡Entonces, qué deberé pensar!
Me hace tanto dudar situaciones similares...
Porque un porqué con toda su dimensión no persiste en una realidad confusa como en la que subsistimos, porque no encuentro credibilidad ante tanto novelista novato, porque  no entiendo esa necesidad vital de llamar la atención, ¡para qué!
Pensad en lo que decís y recapacitar...la gente suele sufrir por cosas insignificantes, pero son esas las que más suelen repercutir en la vida personal de la misma. 


¿Podremos vivir con ese egoísmo patente?



sábado, 26 de noviembre de 2011

Cuando amanezca todo será distinto, ¿verdad?
Intentaré cumplir mi sueño siguiendo toda clase de pautas recomendadas.


jueves, 24 de noviembre de 2011

miércoles, 23 de noviembre de 2011

martes, 22 de noviembre de 2011

lunes, 21 de noviembre de 2011


La verdad es dura, la verdad es incómoda y a menudo la verdad duele. La gente dice que quiere saber la verdad pero ¿es cierto? La verdad es dolorosa, en el fondo no queremos conocerla, sobre todo cuando sabemos que nos afectará. A veces decimos la verdad porque es lo único que podemos ofrecer. A veces decimos la verdad porque necesitamos decirla en voz alta para poder oirla, otras veces la contamos porque no podemos aguantarnos y otras la contamos porque a alguien le debemos al menos eso. 
Cuando el amor no es locura, no es amor.

domingo, 20 de noviembre de 2011

Ya nada volverá a ser igual entre nosotros, ¿verdad?

Un mañana.

Un mañana desencadena una tarde calurosa de pensamientos y obsoleta de argumento. Un anochecer petrificado, junto a un destello de luces con una inactividad verosímil.


Sin embargo... un mañana puede jugar a la inversa, puede iluminar una tarde e impresionar un anochecer adormeciéndose. 
¡Puede... injuriar un día monótono!


No se crean, señores. Un mañana no es producto de nuestra superstición, de nuestra mera perspectiva, es resultado de un mañana de sinfines de generaciones...porque, ¿Cómo sabemos, pues, que somos la tercera generación?







sábado, 19 de noviembre de 2011

Friedrich Wilhelm Nietzsche.


"Lo que me preocupa no es que me hayas mentido, sino que, de ahora en 
adelante, ya no podré creer en ti."



domingo, 6 de noviembre de 2011

INUTILIDAD

Lo único que hago es acercarme a la persona que menos debo.
Mi interés aumenta gradualmente.

sábado, 22 de octubre de 2011

miércoles, 12 de octubre de 2011

Quiero ser.

Un robot, así entonces, no conseguir el mando de unos  sentimientos no bienvenidos.
Por un casual, todo mi organismo se detendría, rehusaría  esta mísera realidad que nos toca alagar.
¡Un día seré...lo seré!


¿Y quién dice que los robots no sienten ni padecen?



martes, 4 de octubre de 2011

Ante el amor, un adiós.

Y solamente pensar que conseguí tocarte...amaina todo un intento inconsciente de rehabilitación.
¿Qué deberé hacer si, contigo o sin ti, me comporto maliciosamente?
¿Qué deberé hacer si...?


Y solamente pensar que conseguí abrazarte...
Y solamente pensar que conseguí besarte...

Anna dejó su imperiosa pluma, arrastrando tras la susodicha, su deseo pasional de  saltar al vacío, sus llantos estacionales y su sombrío rostro debido a las tantas noches en vela transcurridas. Estaba enamorada. Era ella.
Anduvo por sus más fatigosos pasadillos mentales, erigiendo así, un puñado de desdichadas frases pesimistas.

-¿Por qué escribo, puesto que no me gusta?- preguntó a mano alzada, alarmada y aturdida por dicha situación.

Anna se relamió las comisuras de los labios, produciendo un ruido chirriante, hasta vacilante. Acto seguido, un destello de luminosidad la sorprendió, arrastrando con gran ímpetu, su corta y deleitosa vida juvenil.

Anna cambió radicalmente su capacidad de persuadir, su pericia descendió.
Prefirió suicidarte ante la evidencia. Anna estaba enamorada de una mujer.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Hombre con suerte.

FELICIDAD
MUCHA O POCA
ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
OH, MIA, MIA

FELICIDAD
VIENE Y SE VA
TE VI MIRANDOME
VIENDO MI FIEBRE CADA VEZ MAS GRANDE
SOLO SE EN DONDE ESTOY

PERO EN CUANTAS ESQUINAS DEBO DOBLAR
CUANTO TIEMPO TENGO QUE APRENDER
TODO EL AMOR QUE TENGO ESTA EN MI MENTE?

BUENO, SOY UN HOMBRE CON SUERTE
CON FUEGO EN MIS MANOS

FELICIDAD
ALGO EN MI LUGAR
ESTOY PARADO Y DESNUDO
SONRIENDO, NO SIENTO LA DESGRACIA
DE SER QUIEN SOY

FELICIDAD
VIENE Y SE VA
TE VI MIRANDOME
VIENDO MI FIEBRE CADA VEZ MAS GRANDE
SOLO SE EN DONDE ESTOY

PERO EN CUANTAS ESQUINAS DEBO DOBLAR
CUANTO TIEMPO TENGO QUE APRENDER
TODO EL AMOR QUE TENGO ESTA EN MI MENTE?

ESPERO QUE ME ENTIENDAS
ESPERO QUE ME ENTIENDAS
Letras4U.com » letras traducidas al español

TENGO UN AMOR QUE NUNCA MORIRA

FELICIDAD
MUCHA O POCA
ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
OH, MIA, MIA
FELICIDAD
VIENE Y SE VA
TE VI MIRANDOME
VIENDO MI FIEBRE CADA VEZ MAS GRANDE
SOLO SE EN DONDE ESTOY

LO SE
OH, MIA, MIA
OH, MIA, MIA
OH, MIA, MIA
OH, MIA, MIA


TENGO UN AMOR QUE NUNCA MORIRA
TENGO UN AMOR QUE NUNCA MORIRA
NO, NO
SOY UN HOMBRE CON SUERTE

ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
OH, MIA, MIA
OH, MIA, MIA
ES SOLO UN CAMBIO EN MI
ALGO EN MI LIBERTAD
OH, MIA, MIA
OH, MIA, MIA



Te apoyo.

El camino es arduo, en sinfines de ocasiones. Pero... me embriaga la mera idea de contemplar esa mentalidad tan vital.
Gracias, Petaquilla.


¿Qué mejor manera para demostrar mi apreciación a  tu escrito que, responderte utilizando el susodicho?

jueves, 1 de septiembre de 2011

Nada de preguntas.

No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta
No me gusta


(Disimularé lo escrito)


-Cuando creces, maduras.
-¿Quién lo confirma? ¿usted?

martes, 23 de agosto de 2011

Juan Meseguer Muñoz.


Él le otorga carne a mis huesos...
                                         Te quiero papá.

Lo habré conseguido realmente.

Consiguiendo una decisión ardua. ¿Lo habré conseguido realmente?
Consiguiendo lo incalificable. ¿Lo habré aceptado realmente?
Consiguiendo la mansa inocencia de la tranquilidad palpable. ¿Lo habré deseado realmente?
Consiguiendo un camino sin leones hambrientos esperándome en la cumbre. ¿Lo habré superado realmente?
Consiguiendo escapar del mísero destino censurado por la evidencia. ¿Lo habré despistado realmente?
Consiguiendo olvidar vestigios presionados en mi memoria. ¿Lo habré excluido realmente?

¿Y la realidad, dónde se posa para mostrarse?
¿Y la realidad, dónde se encuentra acomodada?
¿En un hostal a las afueras de la vieja escuela, a las afueras del pasado, del reconocimiento humano?
¿Y dónde estará mi realidad? ¿Lo habré conseguido realmente?

La espera adormece la aceptación del mañana, le incita a la relajación... ante la revulsión...¡MIERDA DE REALIDAD!


 

domingo, 14 de agosto de 2011

Obsesión.


El joven tras realizar diversos cometidos, admitidos muchos de ellos, confirmó su profundo afecto por la joven.

sábado, 13 de agosto de 2011

Una duda vituperable


Fijé mi mirada en su mano, goteaba. ¿Qué era ese olor tan grosero y a la vez gratificante para aquel cometido?

Su mano se balanceaba, prolongando la cantidad de ese líquido color granate que descendía de la misma, me he enamorado.

Me urgía la necesidad de saber el porqué, pero no existía.  ¿Se lo deberé preguntar?
Apenas le conocía, ignoraba datos cruciales como su orientación sexual, su propio sexo…Insisto, me  he enamorado.

Se despide, no… no lo hace. ¿Me despido de…?

Mi noche la abstengo de salidas nocturnas, las paso en mi ventana. Estimo su cantidad de gustos musicales, le observo. ¿Me habré enamorado?

Desenvaina un arma, la esconde.  ¿Podré entrar?

Enciende la luz, han pasado cinco minutos exactos. ¡Es una mujer! ¡Bella mujer!
“Me casaré con ella, me casaré con ella, me casaré con ella…”

¿Habrá asesinado a alguien? En el hipotético caso, ¿quién podrá ser? ¿Su marido?
No soporta una infidelidad. Siento su peso sobre el mío. ¡Es tan frágil!

Son las cuatro de la madrugada, el vestigio de un sueño con ella desaparece y simula la sensación de una lluvia lujuriosa. Me despisto. Ya no está en su respectivo cuarto.

¡Dónde estás! Miro en el jardín donde tiene su súbito secreto. Me obstinaré en ella. La necesito.

Su propicia escapada hace de mi sentimiento aún mayor, lo duda.

Está ocupada con un cadáver. Me he enamorado. Lo acaricia, ¿qué está  haciendo?
Triste…

Oteo una sombra en su cuarto. Es un hombre. Me identifica.
¿Le gustaré?
¿Me gustará?
“Te gustaré, me gustarás” escucho desde su ventana.

La noche se declina por desaparecer, su mirada se mantiene firme ante la mía. Toda una noche divisándonos, imaginándonos el uno junto al otro. ¿Estaré enamorado?

viernes, 5 de agosto de 2011

jueves, 4 de agosto de 2011

lunes, 1 de agosto de 2011

Adiós Elisabeth.

Carta para Elisabeth de Adelfried.

“Y entonces sucedió querida Elisabeth, conseguiste desencadenar de súbito, el gran impresionismo de mi llanto sobre el pecho de Ernest. ¿Cómo pudo ocurrir ese grotesco hecho criminal?…En verdad, Ernest sufre una gran depresión tras  su fallecimiento, ¡pensar que ya no podré rozar su esbelta figura con mis curiosas manos!... ¡maldita sea Elisabeth!
Me tranquilizaré, pues no me comprenderá, ni me escuchará. Mis palabras son música para sus oídos inertes. Espero que cuando otee esto la persona identificada, mi vida transcurra con mansa normalidad, ya es hora, ¿no lo cree?
Fuiste todo, y aparentemente no éramos participantes en un circo mediático, ¿cómo pudimos subsistir a lo ilícito y nutrirnos de la aflicción de Ernest?
Te amaba tanto Ernest… ¡Créame! permanecen intactos esos tan inmundos recuerdos… ¡la tentación de cometer un asesinato a ese señor se me presentó con tan cordial indiferencia tantas veces! ¡Podría haberlo hecho amada mía, por ti!
Pero fuiste tú la que se marchó. Y ya no podré rociarle con mis sinceras explicaciones cada noche, excusando mi tardanza. ¡Estaba esperando al gran hombre de la luna para que me prestase esa imagen tan vivificante!
Quería comprender qué era obtener un tesoro como ese contigo. Quería examinar cada detalle de su semblante a la luz de la madre luna. Quería todo contigo.
¡Y ya no tengo nada, no le perdonaré vida, nunca se lo perdonaré!
Quiero rescatar a mi amada, y apresarla para siempre conmigo.”



Tras escribir con pluma esta dedicación, la posó sobre la mesa auxiliar de la habitación de Ernest. La dejaría toda la noche ahí, era consecuente con sus actos. Entonces… desde la ventana una sobrecogedora figura blanca ilustró la estancia adormeciéndola.

-Gracias hombre de las lunas, pero su retraso ha rehusado una vida- amonestó Adelfried tras esa célebre puesta en escena. 

jueves, 28 de julio de 2011

Elisabeth.



El lenguaje tan cáustico del señor Bernard le impidió seguir enmendando los hechos transcurridos ese día.

-Nos encontrábamos… ¡Sí recuerdo que nos encontrábamos en el barco!...no, no era el barco, era una canoa, lo recuerdo bien… ¡Estaba ahí ese miserable nauseabundo!

Hizo una pausa para seguir relatando todos los hechos, intentando otear
toda seña de veracidad.

-¡Señores, soy una alemán con derecho a la expresión! …¿Me están calmando cuando hay un gañán suelto? ¡Menos mal que estamos en Alemania y ocasiones tenemos de acrecentar a estos malhechores!

-Estamos de acuerdo- Adelfried, no permitía esa libertad por la que Bernand podía mostrar su insolencia y su carácter iracundo- pero le aconsejamos que tienda a mostrar su ira.

-¡Cómo que no la muestre! ¡Esto es hasta cómico!..¡No mostrar mis sentimientos de aflicción por ese monstruo que se alimenta de los males ajenos!

Adelfried no intentó domar al ciudadano ya que, la aspereza con la que se contoneaba no daba, sino, lugar al abandono en sí.

-¿podemos contactar con usted si necesitamos más información?- preguntó con intensa adulación Ernest.

-¡No preguntes! ¡Es de necesidad vital mantener consigo un hombre como yo! ¡Háganme caso!

Tras esa rotunda incitación a no contactar con el ciudadano, los dos policías se dirigieron al almacén de Elisabeth. Un almacén compuesto, mayoritariamente, por mesas sesgadas situadas en corredores angostos.
Sus múltiples cantidades de cajas menospreciadas, iban amotinándose en rincones sombríos. Cuyas ventanas apenas capturaban los rayos de sol para dar a este almacén una imagen más duradera y amplificada.

-Nunca cambiará Elisabeth, ¿Cuántas veces le habremos recomendado la instalación de aire acondicionado? -meditó Ernest.

-¿Y ahora es cuando te das cuenta de todos sus destrozos?

-Bueno, donde se presenté la oportunidad de observar una bella dama, ¡qué más dará los defectos de éste!

-Déjeme solo, Ernest. Necesito hablar con ella a solas.

Mientras  Adelfried se excusaba, Ernest acudió al móvil, pues lo avisaba de una urgencia.

-Dígame…sí… ¿cuándo ha ocurrido?...sí… ¡qué catástrofe!..No se preocupe se lo comunicaré…

Adelfried, apenas haber tardado un cuarto de hora salió mostrando un rostro de auténtico dolor y fervor.

- Elisabeth está muerta- dijo entre sollozos.

Ernest no se lo acababa de creer cuando deslumbró entre tanta oscuridad inoportuna, un cuerpo oblicuo tendido en ese suelo tan pobre.
Aferrándose a la realidad Ernest decidió con paso decidido y astuto anunciarle la  noticia tan crucial, que aumentaría su llanto indudablemente.
Pero mientras su brazo rozaba compasivamente la espalda del compañero, no tuvo la osadía necesaria para soportar la congoja del mismo. Estaba decidido ha introducirse en un silencio casi mortal.

viernes, 22 de julio de 2011

Creo que he atropellado a alguien.

El mísero vehículo descendió por la lluvia, admitió el joven conductor que, adoptando una actitud monótona, sintió una grave punzada de dolor en el pecho. Repitió notablemente su desorden administrativo respecto al control educativo, por lo que constantes dedicatorias obscenas le regalaban los peatones existentes.
Era un momento crucial en la vida del sujeto, reconociendo su delito, sus ojos destellaron aprensión por su temeraria acción.
Describió la escena con todo tipo de detalles, detalles decisivos para la busca y captura.

El motor rugió como si un león se abalanzase sobre mi, la lluvia hacía intransigente la visión...lo siento, no concuerdo la hora con el día ni el momento, el golpe fue de gran presión, puedo contarle mi perspectiva sobre los hechos tan dogmáticos y dramáticos que me sucedieron en ese instante. 
Como iba diciendo, el motor acentuó su presencia, como si quisiere volcar su atención ante mi.
Aceleré, controlando la velocidad claro está. Pero por lo visto eso no fue suficiente. 
Me excité conduciendo, señor, lo hice. Mi entusiasmo aumentó progresivamente debido a la brisa veraniega que refrescaba mi tenue piel, la música que se reproducía automáticamente, la cerveza que se posaba en el posa vasos del vehículo...un imberbe vestigio de verano para  un hombre inocente.
Conduciendo, entretenido con mis pensamientos y mis quehaceres, subrayé mi control confiándome, mi unción se presentó ante mis ojos, obligándome a apresurar mi pie junto al acelerador.  
Las luces de la gran cuidad, en ocasiones, se mostraron con zahería y otras ni se mostraron. No las veía. Los faros parpadeaban vacilándome, el limpiaparabrisas zigzagueaba patentemente. No controlaba la situación, señor. Claro, estoy hablando después de haber ingerido más de ocho cervezas con alcohol. Mis cinco sentidos a veces se estropeaban, era indiscutible, lo sé, no tuve que beber.
Pero tuve una discusión con mi mujer y tras ello, me dejó destrozado. 
Vale, lo siento... de acuerdo, voy directo.
Como relataba, conduciendo sin pies ni cabeza en la gran ciudad, en una esquina donde descansaban dos indiscutibles señoritas honradamente trabajando, el pie tomó protagonismo en esta escena, prolongándose. Mi ineptitud fue tan que, me bajé inconscientemente del vehículo dejándolo en marcha en dirección  a las dos mujeres. Por eso creo que he atropellado cruelmente a esas dos señoritas.


jueves, 21 de julio de 2011

Límite.

¿Atacas tanto gratuita y míseramente por la posible detección de algunos de tus defectos patentes?

miércoles, 20 de julio de 2011

Qué será.


El tiempo devoró el relucir de una inesperada esperanza, limitó las puertas divinas de mi imaginación. Perdóneme, no tengo tiempo en pensar en qué será ese acto del destino,  a falla de pan compré una bolsita de tiempo. ¿Comprende lo que digo?
Pues no sé ni lo que escribo.

Suponiendo que mis ideales comprenden la realidad, apeo de  lo irreal y remangándome las mangas tan aristocráticas de mi camisa con estampados cortesanos, una luz me encandila dándome una grave señal, no tenía mangas. ¿Lo estaba soñando?

El tiempo, el tiempo, el tiempo… ¡no consigo sacar beneficio a esta cuestión!
A falla de pan compré una bolsita de tiempo… ¡qué árida puede ser la estipulación con el susodicho! Sí, a usted, miserable dueño de mi alma.

¡Ahora poseo unas inmundas mangas! ¿No eran de la aristocracia? ¿Dónde estaba el arte rococó?
Daré una única utilidad a esta contradicción, escribiré sobre el hecho y lo dictaré ante los ojos del osado.

El bolígrafo no vomita ni una sola gota de esa repugnante tinta. ¡Si no es por ti por lo que estoy así, querida tinta, es por el tiempo, no te sientas aludida!
Ahora parece complacerse ante mi afirmación. Escribo profundamente, mi muñeca hace circunferencias, ¿esto qué diablos es?

Me yergo ante la fecundidad de este relato, pues, no lo comprendo. Dudo que lo comprenda, mi memoria senil se va desprendiendo de su jefa. Au Revoir!



Siempre estaré allí.

domingo, 17 de julio de 2011

¡Qué es el amor!

Miento si grito a los majestuosos vientos que no le deseo.
Álceme con usted, y míreme sin muestras de nerviosismo, dime lo que siempre frecuento esperar, con  abismos de honestidad, álceme, por favor se lo pido. Le deseo. 



Diario de una mujer absurda. Parte segunda.

Escritos. 9:00.PM

La prolijidad que oponían las humildes camareras ante mi satisfacción, me fascinó. Decidí pedir un café, para mantener alerta todos y cada uno, sin excepción, de mis sentidos. Voy a pedirlo.

-Perdóneme, usted, ¿camarera?

-Sí, dígame, señora Reed.

-Un café con leche y un té verde. Muchas gracias.

-Enseguida se lo traigo, señora.

Escritos. 9:15.PM

Estoy segura que soy una persona sesuda, emprendedora de mis acciones pero con gran conocimiento de éstas. Me preocupo. Ahora mismo, estoy encumbrando mis modales ante tal comportamiento de negación de este servicio nefasto. ¿Será mi imaginación?
¡Vaya! Un hombre me está mirando, ¿me verá atractiva?, por favor Dora, eres una mujer casada, estás comprometida con el hombre de tu vida. ¿Pero, y si en cambio, éste es el hombre con el que me reconocen finalmente? Se está acercando, su paso se acentúa como el viento que roza mi vello. Mi corazón, mi corazón…

-Muy buenas noches, señorita- se mostraba radiante de esplendor, interesante observación.

-Buenas noches, joven.

-Gracias por ese elogio que está por muy fuera de mi alcance- agregó luciendo su homogénea sonrisa.

-¿Sabe dónde se ubica el hotel Praiatur?

-No, lo siento mucho. Has preguntado a la persona menos entendida en estos temas-respondí con ineptitud.

-Venero eso en toda persona.

-¿El qué, dígame?

-El ser sincera, como usted. Muchas gracias, señorita.

Escritos. 9:28.PM

Me habló, como si de un ángel se tratase. Hoy me acompañará la gran providencia. Lo verifico.
Mientras yo, ingenua de mi, pienso en un anónimo que se presenta ante mi preguntando un tal hotel Praiatur, no me olvido del hombre con el que convivo, ¿dónde estará? Debería estar ya, debería.
-Señora, aquí tiene su Té verde y su café con leche- anunció la camarera.

-Muchas gracias.

Escritos. 9:35.PM

Tomándome mis exquisitos manjares, decido emprender una búsqueda profunda de la desaparición de mi marido, mentalmente.
Todo desembarca en el dulzón sabor del vino. Él proclamó su necesidad de encontrar esa bebida tan hipnotizante, mientras yo me rendí ante el sinfín de llamadas que me emitió el sueño. Entonces, solamente quedaba averiguar si éste se situaba en la bodega.

-¡Señorita, venga aquí!- alarmada, grité levantándome.

-¿Perdón?

-Necesito que me lleve a la bodega, por favor, si no es molestia.

-No es posible…

-Sí lo es, el último que frecuentó mi marido fue la bodega, estoy segura- dije con vehemencia.

-Señora…

-¡Señorita!

Sabía lo que me esperaba ante la posibilidad de entrar en la bodega. Había una parte de mi que se negaba profundamente, mientra otra me decía: Ya es hora.

sábado, 16 de julio de 2011

Diario de una mujer absurda.

Escritos: 6:15.PM 
La puesta del atardecer nos deleitaba con sus jugos afrodisíacos, una mezcla de llamativos colores pasteles y cálidos. La servidumbre supervisaba los imperfectos del edificio principal, mientras otra parte de ésta, nos servía sus jocosos menús del día.

-¡Mis oídos están absortos a cuán valiosa armonía!-Exclamé aspirando el aroma que emanaba el atardecer de un día de verano.

-Comparto su opinión, querida, lo que no puedo compartir es esa fatalidad de piedra que lleva siempre consigo- dijo iracundo mi marido.

-No admito su objeción hacia mis gustos personales.

-Cálmense, señores, pronto llegará la comida y lo menos correcto sería ingerirla con un humor de perros, ¿están conmigo?- proclamó el joven Dukan Cox, heredero a una superlativa fortuna.

-Tiene razón el muchacho, querido, cálmese, vamos a percatarnos de las manifestaciones de este ambiente tan incólume. 

-Como quieran, ustedes- gruñó  Reed-voy  a por una copa de vino dulce.

Escritos por Cox: 6:40
La señora Reed, esperando a su cónyuge,  se fue consumiendo en su propio sueño, dando de sí el más súbito silencio prolongado. El joven Cox, yo mismo, plasmó su atención a una entretenida obra de Shakespeare y la servidumbre aún no adquirió color en este cuadro tan engorroso durante unas horas. 
PD: Señora Dora Reed, mientras usted acentuó su sueño irremediable, yo conquisté su cuaderno de notas y le relaté la continuación de lo vivido mientras usted, lo derrochaba durmiendo. Muy buenas tardes, yo me debo marchar de esta acomodada tarde. ¡Hasta más ver!

Escritos: 7:30.PM
Cuando me desperté de esa interminable siesta, quise erigir lo ya construido, mi relato. Una suave brisa del mar alcanzó mis orificios nasales, produciéndome un nato placer. El atardecer ya concluía por este día, pero ni mi querido marido ni los camareros eran propensos al encuentro. Esto no puede alcanzar la comprensión humana. Lo único que me queda es esperar.
PD: No podría describir la cólera que padecí ante tal gente de insolencia por parte del joven Cox.

-¡Dónde estará este hombre!- exclamé para mis adentros.

Escritos: 8:01.PM
Mantengo la postura de esperar. Estoy siendo una mujer luchadora y espero que el tiempo no me culmine con su mirada.

-¿Señora Reed?- se presentó una camarera con una ropa un tanto descuidada- ¿me permite sentarme?
Asentí.

-Siento mucho tener que decirle esto, señora Reed, ha percibido las imperiosas horas en las que su marido no se ha osado a venir a su encuentro, ¿verdad?

-¿Podría ser falta de equidad?- pregunté algo aturdida.

-No, ni mucho menos. Señora Reed, su marido no está muerto. 

-Muchas gracias, márchese- le interrumpí.

Escritos: 8:29.PM
No le permití que me explicase lo sucedido, pues, ya lo sabía.
Nadie podía, ni debía, hurtar en mi vida personar, y menos una mujer de clase baja.
¡Cómo osa a acercar sus hosca pretensión ante mi?
Solamente tengo clara una afirmación, quería quitarme el marido. 

viernes, 15 de julio de 2011

Asesinato abierto.


Testimonio del ejecutante del asesinato:

Tras la súbita muerte de mi padre, el mundo me cercó, obligándome a frecuentar locales de mala muerte, y, mucho a mi pesar, a retrasar mi desintoxicación a sus inlícitas consumiciones . Pudo ser la única persona, sin infravolar excepciones, que pude decirle un " te quiero", sin ningún pudor. Años de depresión, de intentos de suicidio, un mal hábito de vida conquistó mi autoestima.

Tras el asesinato de mi padre, el mundo me aplaudió, mis manos  ensagrentadas las idolatré, las aquilaté y examiné los minuciosos detalles, con el fin,  de su exterminio. ¡Era lo que necesitaba, una sensación nueva en este monótono ritmo de vida!.

-La joven ciudadana, arrepentida, admitió padecer una enfermedad y por ello,  justificaba su atroz acción ejecutada el martes noche.
-El jueves por la mañana, a muy tempranas horas del exquisito día, el cuerpo húmedo y escuálido de ésta, yacía en su habitación encorvada divisando el corpulento panorama que paseaba frente a ella. Dulce depresión.

jueves, 14 de julio de 2011

Controversia entre amor y odio


Un vestigo de él inundó mi memoria, dando lugar a la expulsión masiva de gotas lacrimosas.
¿Cómo pude hacerle aquéllo? 
No consigo otear una respuesta específica. Sólo  nostalgia, una nostalgia que  fue ocasionándome una  negligencia emocional. 
¿Cómo me pudo sentenciar su amor infinito?
Me viene a la memoria esos paseos tan intensificados por el sofoco de nuestros cuerpos ardientes de pasión, ese suave rozar de sus muñecas con las mías, ese diáfano día de invierno... ¡ese todo, él era mi mundo!
Éramos unos inútiles de poco ver, emanábamos brío por doquier, se nos distinguía por nuestros andares infantiles ¡oh, esos andares!, nuestros saltos intentando conseguir la muestra de nuestra estrella fugaz. Éramos todo y éramos nada. 
¿Cómo pude acabar con su felicidad?
Sus repeticiones eran constantes;
Te amaré hasta que mi vida finalice
Te amaré hasta que mi vida finalice
Te amaré hasta que mi vida finalice
Te amaré hasta que mi vida finalice
Tú eres mía, pero yo no soy tuyo
De repente esa frase tan macabra se prensentó posándose ante mi... 
Tuve que hacerlo, ¡me arepiento tanto, díos mío, usted no lo sabe!. Yo lo necesitaba, era una infeliz, le necesitaba...
Tuve que acabar con su arrepentimiento, tuve que hacerlo. Me engañó. Lo sé, tuve que hacerlo.