Nos escondemos de ella, huimos ante su posible incidencia. Pero, hipócritas de nosotros, muchos esperamos tropezarnos, casual y torpemente, para tener un motivo por el que aferrarnos a ella.
Somos tan indecisos como humanos. Es algo intrínseco a la especie si no qué mal nos iría, pues no tendríamos un justificante válido. El único aceptable es aquel que acompaña a la naturaleza humana. Por eso estamos exentos de cualquier tipo de tortura, castigo, humillación.
Mo, Mon, Monot...
Puede ser nociva y agraviarnos con su lengua viperina, pero cuando la luna asoma sus pezuñas, estamos impacientes por charlar con nuestra compañera. Monotonía, Mo...
Quédate conmigo mas dame libertad, Mon...