lunes, 17 de junio de 2013

Al fin se miraron y pronunciaron sus nombres en un susurro, como si fueran palabras mágicas. Los dos nombres quedaron flotando suavemente en el aire, se desvanecieron más lentamente que otras palabras, otros nombres más lentamente que la música en la mente. 

sábado, 8 de junio de 2013

Cada día que pasa comprendo menos la finalidad de esta vida, no atisbo lo que tratan de transmitir las señales que, siendo éstas tácitas, no puedo obviarlas sin detenerme y cuestionar su función, sus más indulgentes intenciones. 

No me conocen y piensan que saben todo sobre mí. Realmente la gente da asco, y siento generalizar, pero así es mi versión del mundo, de esta sociedad. 
Reconozco que no exista la perfección, un ejemplo, que podríase manipular, es el mío, tan preciso y escueto es como lo narro. Pero una cosa es la perfección como persona y otra es, el ser un humano defectuoso. Nace para morir al poco de tantear el terreno.
Muchos son así, vomitivos, no invitan a la afectuosidad, seres ociosos, vacuos por dentro y por fuera, rayando en un abismo.
No puedo precisar un detalle alentador pues, no lo hay. Y dudo algún día encontrar al susodicho. Como bien he dicho, son seres endebles  y férreos a la vez, que a su más absoluta codicia hacen use de una u otra opción. Personas, individuos, plausibles...MUY DESDE LUEGO...
¡Revulsión!
¿Queréis destacar y pisoteáis a cualquier ciudadano por vuestra rastrera ambición?
¡Humanos malnacidos!
Y esos seres, son aquéllos que se confieren, con una humildad de vértigo, un valor que está muy fuera de su alcance y, ¿para qué? ¡Para ser alguien en este mundo, seres envidiosos, lenguas viperinas!
Muy atentamente vuestra afectuosa seguidora, YO.


Manzanas, limones, sandías, fresas, melocotones, albaricoques, granadas, peras, pimientos, berenjenas y ajos.

Bien, escribiendo, como puede observarse , cosas superfluas, me he acordado del café.
Un amigo que ayuda a todo ser viviente ante la probabilidad de sucumbir.
Un café, para mí, lo es todo. Algunos se dejan aconsejar por una cama, una discordia tras otra, como es de esperar, pero muchos otros se dejar influenciar por el aroma que emana esos granos triturados, ese líquido homogéneo adherido en una taza salvada del deterioro.
No conozco todos sus recovecos, y quizá un día, tras encontrarme desprovista de obligaciones, me dirija a la biblioteca para ultrajar más información, debe ser interesante.
No tacho nada.

Llevo tres días sin lavarme el pelo, mañana harán cuatro. Quizá haga bien, o tal vez no. Tengo cosas de mayor contundencia que pensar en mi aspecto físico. No voy a salir de estas cuatro paredes, ¿quién juzgará mi pelo grasiento?
Exámenes, exámenes, exámenes, exámenes, exámenes...

Qué vida tan sencilla, para acompasarla con más detenimiento, "Religión- Lori Meyers", me ayudará.