Ha
sido un verano distinto. Con bajas y sus respectivas pérdidas; con alegrías
dentro de la fatalidad de un adiós; con ambiciones y nuevos objetivos
prescritos. Una tentativa al cambio. He comprendido muchas cosas que pasaban
desapercibidas; he estancado mi ánimo para dar comienzo al pesimismo más
tedioso. Tengo un gato que agradece la compañía. Como he dicho, ha sido un
verano distinto y memorable. La investigación que un día comencé la aparté para
concentrar mis fuerzas en un bien individual. Mejor sería decir: un interés
individual. Superé las pruebas; superé a una familia que subestimaba el valor
de mi capacidad personal. Un conjunto de
acontecimientos que acabaron por definir el día de hoy.
Quiero
adentrarme en algo nuevo, deshacerme de lo que ya empezaba a almacenar polvo.
No quiero limpiar ningún trasto, no; quiero renovar esta vida. Esto es una
invitación a lo que podría llegar a ser un mundo mejor. Lejos de lo que he vivido
estos últimos años.