lunes, 21 de octubre de 2013

Dificultad al respirar.

Cuántos sueños me han sido despropiados, cuántos vestigios se han ido espolvoreando, no hay nada que perdure. Siempre existe un límite, la mentira lo tiene, ¿por qué no iba a tenerlo la verdad?, la lujuria lo tiene, ¿por qué no la intimidad, el sosiego?

Echo tantas cosas en falta, y lo que más me frustra es no poder apelarme en ellas en momentos donde la indecisión adopta el papel principal, en momentos donde el mar y la tierra reavivan una reyerta de las de truenos y tormentas de arena. Ojalá, ojalá, ojalá...
Tantas cosas me han sido despropiadas...
No hay lugar para el que quiere hacerse un hueco, aún angosto, en la vida. No lo hay.