...

En su sonrisa se advirtió un matiz cálido, tanto que podría permitirse una dulce persuasión...-"¿Acaso lo hizo?"-pregunté.
La joven emigró al otro extremo del parque, denotaba, aún, ese suntuoso haz de luz...-¿Por qué ese repentino cambio de orientación?-pregunté escéptico.
Su virtuoso camino se vio entorpecido por un renacuajo, se podía tantear su conversación con sólo perseguir el movimiento de sus livianos, pero avivados,  labios mojados...-"Tú eres el báculo de mis días, el que me fortalece y el que me enriquece."- Repetía inflexible, como si estuviese memorizando una receta de cocina para al próximo día. La joven, acarició muy congojada, el rostro del pequeño, sería un inminente proyecto artístico que se propondría, la jocosidad de aquel perfil, esa mirada buenachona...Después, retornó sus más íntimas cavilaciones y, haciéndose oro el tiempo, precipitó el paso, comprendí que en sus ojos se exacerbó una, posible, irritación...El tiempo era escaso y ella no podía demorarse más inhalando el vestigio de un año desprovisto de malevolencia con aquel pequeño saltarín. 

-No soporto usurpar la intimidad de una persona- se sinceró mi compañero Joe.

-A mí me hace sentir importante-Añadí.

-No lo comprendo y, hágame caso, nunca lo comprenderé, señor.

-Hasta ahí se ven limitadas mis pretensiones...Joe, si no comprendes el porqué de lo que hacemos, se lo explicaré.
Antaño, la joven mujer que puede vislumbrar bajo aquellos paisajes otoñales, entre esos árboles que incomodan el estudio de su movimiento, consiguió lo que, hasta cierto punto de reflexión, podríase llamar amor...Bajo la supervisión de profundas convicciones arraigadas, esa mujer cambió mi vida, Joe...Méteselo en su cabeza.

Lo siento, me despido.

"Las personas que siguen amontonando la ropa años tras años, son aquéllas que están aferradas al pasado..."

Es curiosa la comparación entre la personalidad de una persona con la vestimenta o, la posesión de alguna prenda de vestir en desuso temporal.

Yo estoy a favor de dicha estipulación, a lo que hace referencia mi estado. Quiero  despedirme de todo y cesar esa estrategia que utilizo para demorarme por más minutos...

Quiero centrar y, a la misma vez, basar mi concentración en un presente desprovisto de pasado, un pasado catastrófico, y de un futuro potencialmente capacitado.

Un abrazo.

¿Disponemos de libertad?

Have you ever felt free? 

Una persona no está exenta de obligaciones, responsabilidades...¿Realmente alguien podría decirme qué es la libertad?

Born to die.

Como bien dice el título, todos nacemos, nos reproducimos y morimos, las fases básicas del ser humano. ¿Qué relación tiene la vida y la muerte? ¿Por qué no podemos ser inmortales? ¿Por qué siento tan poco por aquél o aquélla? ¿Por qué no puedo mantenerme con fuerza sin él o ella? ¿Por qué soy así? ¿Por qué he nacido para morir?

Lo tenía junto a mí, advertí su respiración, forzada y moribunda, como su ejecutor. Se movía intentado mitigar la tensión que se patentaba, sus movimientos algo bruscos no hacían desaparecer lo que ya se prevenía sino que, intensificaba lo que tanto él como yo merecíamos saber. No tenía tiempo para observarle mientras conducía, los coches que se  apresuraban parecían no comprender las normas de conducción, pero sí me deshice de una mano para poder tantear, su pecho, su pierna... Noté cómo alcancé mis pretensiones, sentía su ardor entre la espesura de sus harapos, lo conseguía, lo conseguía...avivé sus más clandestinas pasiones, o eso atisbaba a comprender después de su NO reacción. Me pregunté por qué no pasar un rato ameno con un desconocido ensimismado en su difícil situación, por qué no. Observé el ingente recorrido que realizaba, era angosto pero se podía una detener cinco minutos aprovechando su poco gentío. Aparqué en pésima posición, debido a la emoción que me cautivaba. No me detuve en cavilar la posibilidad de que ese extraño tuviese una posible enfermedad, o que él no quisiese apoyarme ante la carencia de calor humano que, posiblemente, estimase. 

Como decía una canción "bésame antes de irte, de morir...", así lo hice, le besé como si no existiera un mañana, como si él fuera quien calibra mi sensibilidad... 

La cosa era que, hace años convertí en costumbre vociferar  por un hombre que no me pudiese satisfacer, y ahora...si Mohama no va a la montaña,  ésta se encargará en raptarlo.  Ahí estaba gimiendo, no sabía si era de pánico ante un inminente asesinato o,  por la necesidad de arrancarme la blusa desteñida que impedía ver con lucidez todo mi esplendor.  

A pesar mío, comprendí que no le urgía lo que hombre y mujer vislumbran, sino...quería más, pedía ser complementado con mi vida, con mis pequeños beneficios...¿No te gustaban las chicas dementes?

Tú y yo nacimos para morir- argumentó y bajándose del vehículo se desintegró con la oscuridad que hacía vela en ese entierro. 

Noches y más noches...

Mi vigilia, debido al café que recientemente pude catar, hace intensificar el miedo ante el examen que debo realizar el lunes próximo. ¿Cómo lo haré? No quiero comenzar a morderme  las uñas, que soy muy dada a ello, me desplomo en mitad del pasillo pidiendo auxilio, ¡ necesito descansar! Y , como si no me bastase con este castigo, mañana a primera hora tengo que hacer menester frente a ese escritorio de madera, que solamente nombrarlo, innumerables vestigios me asaltan, ¡qué buenos recuerdos aquéllos!
Y hasta mañana, que no puedo sostener este cuerpo. Un abrazo.

¡Antes de irme!

Os dejo mi más estimada ayuda a una relajación asegurada. Lo que arte es, arte se queda.

Estudiar, estudiar y estudiar...

La esencia.

Es curioso, y es que siempre he intentado mantenerme inflexible ante la posibilidad de un cambio. Por lo contrario, no tengo más remedio que esconderme y refugiarme en un lúgubre vagón que me desoriente por una milésima de segundo.¡ Y, hacedme caso, lo necesito! El poder eximir a mi cuerpo de responsabilidad, de fuerza y, sobre todo, de vitalidad  me crea una sensación de poder, una autosuficiencia que adopta el papel de reposo y ahí me deja...descansar como si de un recién nacido se tratase. ¡Qué se le  puede hacer, siempre me he inclinado por lo fácil...! 

Pero esa teoría la incumplí. Saboreé la esencia del cambio, un cambio productivo, y ...¡joder, qué bien me siento!

Ya estoy sana y salva.

Como podéis atisbar en el título que le he conferido a esta publicación, ya estoy sana y salva. 

Le atribuyo tanto valor pues, he estado unos cinco días sin poder moverme debido a la bronquitis que se me imputó. Y a la vez, sin poder hacer el deporte que siempre trato de realizar a lo largo del día. ¡Hoy es el día! Es de gran menester ocupar una parte de mi tiempo a esta actividad, además que sin ella me siento menos estable.

Después de esto os dejo una canción que hace poco saboreé gracias a mi hermana, ya que me la indujo muy sutilmente en mi vida.

Me secuestró esta inseguridad que hoy día sigo sustentando. Un tema peliagudo, lo sé, pero una persona que convive día y noche con la misma ya se acostumbra, lo corroboro.
Se muestra boba y persistente en su decisión, no tiene motivos para acobardarse pero sí de oprimir a cuerpo hospedado. Le conferí la posesión de mis saberes, mis temores, mis escasos derechos y, temiendo consecuencias inminentes, mi libertad. Soy presa de mi inseguridad, quisiera sentir ese jubilo que es reflejado ante la flamante inmunidad , lo  conseguiré algún día.  
  

El obsesivo amor de Juana I de Castilla.

Muy a su pesar, con el apelativo de "La Loca",  Juana nace en tierras de infieles, donde la perseverancia que muestra por mantener a un hombre encauzado le provocó un vago desiquilibrio mental.
Aún se estipula si la famosa locura que se le imputó a la susodicha era verídica o ficticia. 

Sus padres, Fernando II de Aragón e Isabel  I de Castilla le programaron una boda. Constando con sólo 16 años, contrajo matrimonio con el hijo del emperador Maximiliano I y María de Borgoña,  Felipe "El Hermoso". Su primer encuentro destellaba una atracción ineludible, aspirando a una fogosidad casi tangible que parecíase llamar amor.Tal era esa intensidad que urgía precipitar el casamiento con el único fin de consumarlo. Entonces, todo atisbaba a ser vulnerable y poco díscolo. Doña Juana, se despertaba con el brío que muchos otros ansiaban, regalaba sonrisas como caramelos a niños golosos, hasta procuraba, fielmente, realizar las taeras estimadas por su esposo. 

En cambio, Felipe no se privó, aún manteniendo una apabullante unión con Juana, de sus habituales visitas a las mujeres de la corte. Otra mujer, por mera empatía, aniquilaba a Felipe para dar una voluptuosa bienvenida a la libertad, pero quizás ésta no sentía la veneración que Juana emanaba hacia él, a lo mejor ésta no se había enamorado de Felipe como Juana lo había admitido. Ya se advertía, en Juana, leves pretensiones de monopolizar a Felipe, y ahí no se zanjaba ese mal presagio, sino que,  se iban agravando en cuanto él sustituía la fidelidad por la gran lujuria. 
Se conoce  que agredió a una de las damas de la corte, cortándole el pelo con sus propias manos, ante la sospecha de que fuere una de las amantes de Don Felipe.
Congojada, Juana persistía en un hábitat donde todas las damas de la corte podían ser ella,  no hasta el punto de ostentar sus cargos políticos, pero sí de probar lo que, en un principio, era de su plena posesión, su marido.

Una mirada y unos actos.

Sus ojos apostaban por una ánima dócil, sin convicciones ni pretensiones. Su viril y enjuta figura profanaba territorios ignotos, su imberbe rostro bullía de satisfacción al atisbar sinfines de lágrimas inocentes sonsacadas por manos villanas. Observaba y no desistía en ello, parecíase a aquellas escenas cinematográficas que una, inconscientemente, grita pidiendo auxilio ante calamidad inminente. Su mirada boba y ensimismada estimaba disciplina, pero sus actos, contradiciéndose, aludían al tedio y a la necedad.
Su cabello era de largo tallaje, azabache y con pinceladas acerbas. Pero a pesar del protagonismo que agravaba, su mirada asomaba su presencia con sutileza, se eximía de obligación negligente y, como si el viento le rociase, desnudaba sus sentimientos mostrándoselos al pueblo. Su mirada mostró una leve distorsión, y a la lejanía unas bombeantes  luces giratorias se aproximaban a medida que esa actitud díscola se tornaba  estoica, ahí estaba el asesino con sus enemigos.

Otro día.

-¿Aún no has divisado algún "macho" por estos terrenos?

-No- fui escueta.

Mis compañeras no comprenden la poca estima que pueden llegar a producirme los hombres, con sus peculiaridades y sus inminentes tropiezos, no advierto una vida en compañía de un parásito que solamente me requiera para actos forzados que sacian, consideradamente, sus apetitos sexuales. 
En un futuro, podría producirse un cambio, no afirmaré con rotundidad "de este agua no beberé", quién sabe cómo acabaré o como serán mis próximas pretensiones, quisiera obligarme a enmendar un destino exento de agravios.
Pero aún, mantengo, una controversia amor/odio con mi propio yo. Con una persona que se hospeda, gratuitamente, en mi mente contradiciendo todas mis convicciones, que en más de una ocasión han aparcado en fracaso. 
Una famélica voz resurge de mí profiriendo lujurias ansiosas por ser espiadas por merodeadores pedantes. Con una voz sabihonda manifiesto la certidumbre que me apresa a esta actitud díscola e insolente. 

Ahora mantengo una conversación, rehuyendo por las ramas a otro tema, con un chico que admite su incomprensión conmigo.



-¿Te ocurre algo conmigo?- me preguntó, mostrándose escéptico. 

-Nunca dejarás de sorprenderme- respondí, estoica, como si él resurgiese la desgracia.

-Te prometo que no te entiendo- sentenció.


No me molesté, tras esa última reprimenda, en contestarle. Mientras tanto, mi día consiste en como ya insté, una lectura intensiva y productiva, mientras estudios estimuladores, alentadores a un futuro tangible, me sumergen a una vida imaginaria que pronto se realizará con presteza. 

30-09-2012

Es un día anodino, igual que ayer. No le puedo otorgar información ni, tampoco, atribuirle gratuitamente detalles estimulantes. 

Me he dedicado, expresamente, a una lectura intensiva y escueta. Me interné en estas cuatro paredes, estudiando y examinando esas hojas que desprenden tedio y, a la vez, un curioso enigma esperando, ser descifrado.
Después de ello, me he tomado una fila abismal de cafés calientes, como añadidura.

Hacía tiempo que no escribía y reservaba una entrada para un acontecimiento de limitada importancia, por lo visto eso ocurre de manera esporádica. No me acostumbro a las novedades, intento obsequiarlas mostrándolas en este angosto espacio "privado".

-Mándame el Link de tu blog para poder leerlo- profirió un primo mío.

-Sí, claro- sentencié. 

No es algo asiduo el que me exijan el contacto con lo "mío", con el mundo que erigí con soberana ignorancia, en un principio. No me puedo conformar con una mera petición, mis pretensiones no son exhibir mis presagios diarios que fortalecen cada día mi estima a la vida, y más peligro tiene el que lo estudie un familiar cercano, no lo puedo consentir. 
El "sí, claro" se quedó en una torpe invitación a despedida, no a una iniciativa bulliciosa. 

Y así cesó el pícaro recuerdo de un día ambiguo, y así finalizó este día. 

Empezar otra vez, es natural, lo más triste sería estancarse sin haber comenzado a vislumbrar una nueva ruta. La expectación abruma.

Tras una mirada elocuente se escondía un delirio ensordecedo.

Acabo de llegar a mi casa. Me decido por un vaso rebasado de agua fresca, mientras el sol deleita mis capacidades visuales.
Charlo, de inmediato, con mi hermana. Mantenemos una relación cordial, es genial comprobar que todavía hay probabilidades de conseguir rectificar lo que, parecíase, imperdonable.
Me alegra advertir eso.

Me alejo y ordeno mi lúgubre habitación. Mi yo díscola y pasiva a emigrado, renovándose. 
Me alegra advertir eso. Esa decisión que acompaña los días sombríos y las noches estupefactas. 

He cambiado y ahora, seré quien yo soy, mejor dicho...seré la persona que siempre he sido, sin excepciones y con expectativas, inclusive. 

¡Me voy a Madrid!

¡Sí, me marcho a pasar el día a Madrid, la capital de España, donde yace el generalísimo!

No os equivoquéis conmigo, no pretendo acentuar mi adulación hacia tal figura histórica, solamente añadía dónde fue ubicado un cuerpo famélico popular.
Pero admitiré que estimo su actuación en la historia, tanto el protagonismo de Francisco Franco como el nacionalsocialismo de Adolf Hitler, sin excepción del fascismo italiano con Benito Mussolini.
Sin ellos nunca se erigiría la fascinante historia que estudiamos hoy en día.

Pero advierto que su política no comprende límites, sino valores antihumanos, lo que realizaron tras su mandato fue abismal, no presidieron en ellos el honor como personas ni como seres humanos, lo que no se les puede atribuir. 

El tema es, me voy a Madrid con la CCOO (comisiones obreras),es una confederación sindicalista española y realmente no es la marcha lo que inunda de brío mis andares sino, el aposentarme en Madrid por unas horas y recorrerme lugares remotos por mi cuenta.
¡Además es gratis!
¡Buenos días!

El tiempo.

Al paso del tiempo comprendí que excederse en algo no es sinónimo de bienestar. Hay hechos verosímiles que lo verifican; Si te excedes en comer carbohidratos producirá obesidad, si te excedes en comprar ropa de marca producirá escasez económica...
No creo estar creando una exageración respecto a dicho tema. Aunque existen personas que se dedican a mantener una actitud escéptica ante esta evidencia, como si se tratase de una competición. 

El tiempo pone a cada uno en su lugar, un dicho que se reafirma en mil y una situaciones, y admito lucirme al pronunciarlo con vehemencia. Me ha sucedido, el precipitarme con perspicacia en actos inmundos que realicé hace dos años. Un año yermo de cualquier tipo de posibilidad atrayente a una felicidad tangible. Los estudios se volvían opacos al paso de los días, la situación familiar se marchitaba como rosa sin víveres, las amistades acrecentaban mi descontento con su existencia... No vislumbraba una luz, aún con viperinas intenciones, ante tanta oscuridad existente. Mis fuerzas, en ocasiones, flaqueaban sin recurrir a segundas opciones, y en otras, aumentaban sin limitar su intensidad. Icé una bandera que proclamaba mi abandono con el mundo, mi estado anímico  se precipitó al vacío, y mi humor consiguió la artillería alemana que tanto estimaba, así conseguía el distanciamiento de cualquier transeúnte que derrochase brío en el ambiente, todo estaba citado en mis prioridades, entonces eran las correctas. 
El tiempo sucedió con un paso paulatino, un paso que desequilibraba cualquier base de concordia erigida. Pensamientos  indecorosos, atestados de malos presagios permanecía exentos de lujurias, vagabundeando mis pensamientos, pero predecía la catástrofe que sigo rectificando hoy día, precedía que esto cesaría en algún momento, llegué a advertir diversos sucesos que podría llegar a palpar con mis propias manos. 

Me dejé llevar y el tiempo encauzó mi vida, aliviada, conseguí una liberación personal.
No os precipitéis ante una situación por muy nociva que pueda llegar a ser, no os aferréis a una actitud estoica, si sentís un resurgir de lágrimas en vuestra humildad como persona, no os detengáis, el tiempo desea lo mejor o lo peor, según como oteéis la solución final. 

Un abrazo y buenas noches.

España y sus injusticias.

Pertenezco a una clase social baja, antaño podía presumir, en balde, de la clase "media". Hoy no puedo, puesto que el mando dirigente es la "derecha". Allí permanece la propiedad privada y la exclusión de lo público, en resumen, lo público no tiene ni voz ni voto en esta sociedad "aparentemente" benévola. ¡Ellos quieren evadirnos de la realidad y trasladarnos a un lugar sin derechos!. 

Soy una obrera nata, constante en el trabajo que se me adjunta, pero es casi imposible constar de ello, ya que no se tiene importancia.
Hace dos días estuve trabajando como limpiadora en dos centros de salud. Por seis horas al día me atribuyen 5 euros, no llega ni a un euro por hora. ¡Así estamos en España!
He conseguido, al menos, una huesuda recompensa. 10 euros dos días, el lunes otra vez y ya sonsacaré 15 euros. No os asustéis, no me dedico a ello plenamente, sino, ayudo a una limpiadora que, aún esforzándose en su cometido, no consigue acabar su jornada después de las 10 de la noche. Solamente son tres días que sustituyo a otra limpiadora y, al menos, me dan recompensa, lo que yo no predecía.

Así es la vida, nada es tan divertido como podría llegar a ser.

¡Vamos!

Estancada en la más infinita realidad. Mis sentimientos suponen en mí una trivialidad oculta, consiguen que me aferre al estancamiento puro.
Estudios malhechores, preocupantes y causantes de males psíquicos. ¡Joder, quiero ser alguien en esta vida!
No paro de demorarme en hostales moribundos, acusados de fatídicos y vomitivos, son la misma imagen de mí. Pues no paro, malos presagios auguran en los mismos, esos hostales son mi vida, mis caídas, mis altos porcentajes de humor, mis inseguridades, mis adulaciones, mis sacrificios, mi nada.
Estancada es como me siento, estancada por el qué hacer, adónde dirigirme.
Esperad, sé mi dirección. La intuición nunca se vio desfavorecida hacía ya siglos. 

Vamos a recompensar años de naufragios, lagunas y hambrunas mentales, vamos a recompensar los daños que estimulaban mi apetito, vamos a recompensar los escándalos que asaltaban la vista, vamos a recuperar el tiempo que se estancó en una laguna a las afueras de la conciencia, vamos a recuperarnos poco a poco pero a recuperarnos.

Quizás...

Quizás todo es cuestión de suerte...

¡Dejad la artillería alemana y buscad consuelo en esas férreas cosechas!

Quizás es un vaivén que su apertura aún no ha sido finalizada...

¡Dejad las ametralladoras, dejad todo lo que esté en vuestra mano!

Quizás todo estalló hace tiempo, quizás,quizás...

Gritos descontrolados, abrumados por la mortal imagen de su hogar paterno destruido, oprimido junto al que antes era verde, césped. Antes se advertía un brío alentador y ahora la sutileza de la amargura. Muchos vestigios los congelaban en sus pensamientos, rodeándolos con grandes hombres para impedir su marcha, muchos otros, se escapaban estratégicamente ocasionando la penetrante culpa que acabaría en una desavenencia interna. Adiós querida suerte, adiós.

Especímenes y monstruos raptarán tu felicidad.

No tengo por costumbre encarnarme en un arrepentimiento consistente. Soy humana, no soy un extraño espécimen inacabado con órdenes destructivas. Ya me gustaría, la gente temería de mí y sería la progenitora de este mundo por excelencia, ni "dios" ni otro apoyo cósmico, intangible que se obvia imaginar. 
Pero me decanté por poseer dones mudos, clandestinos y propios de una adolescente en medio de su crecimiento. Por eso, no me arrepiento de nada. ¿De qué sirve palpar el arrepentimiento si no puedes modificar la decisión que realizaste?
Yo opto por equivocarme innumerables de veces y sonsacar ese jugo tranquilizador, el del aprendizaje. 
Y, hacedme caso, no me azoré al tomar dicho camino, al fin y al cabo hay que elegir el camino que no es imputado. En esta vida nunca subsistió un libertad férrea, y si la hubo se contaminó con tan cantidad de sandeces que alentaban los padres "liberales" a sus respectivos vástagos.
No, no me arrepiento de absolutamente nada. La vida te ofrece oportunidades, en ocasiones inéditas. O te lanzas hasta llegar a tu presa, o te oprimes pensando en el qué pudo suceder. En esos casos aparecerá la sombra de un "monstruo" con aires escépticos y difícil de tratar, un monstruo que conquistará una parcela de tu tierra querida, un monstruo que arrasará con tu cosecha y venderá tus bienes para conseguir una ruina inminente. Destruirá tu vida y esfumará posibilidades que anhelabas conocer. Y todo eso si no decides albergar nuevos destinos, al menos que intuyas la sutil llamada de tus presteza y acabes ubicado en un futuro idóneo. Eso podría suceder, sin lugar a dudas. 
Pero ante todo, no renuncies a lo que hiciste en un pasado, de todo se aprende y evitarás, esos errores, nuevos indicios a desastres.

¡Buenos días!

Cerraré los ojos...

Hoy, de mí, no brotan palabras que elogien monumentos, esculturas ni, hasta, estatuas vivientes...no, hoy voy a recompensar la parsimonia y apatía que se mostró en la publicación anterior "Un día diferente". 

He mantenido una insignificante " conversación-disputa" con dos miembros de mi familia. Como ya expreso, algo tan trivial como una hoja de árbol llevando a cuestas a un pedante caracol que tiene motorizado saludar sin pausa (describiendo lo que he observado en una serie). 

Me decían: tienes que tenerle respeto a tu madre, es tu madre, la que te alimenta, el que tú subsistas depende de su insistencia en ello. No puedes zanjar una conversación con gestos macabros, debes hablar. No puedes sustituir "madre" por "ésta", ¿lo ves justo?

Ella es tu transporte, tu guía, la iluminación vital en tu vida, como una luciérnaga pero con más capacidad de brillo. No puedes tratarla así, deberías mantener un respeto con ella colosal, tanto que debería haber dificultades a la hora de observaros. ¡Es tu madre y nunca lo dejará de ser aún cometiendo errores, compréndelo, es fácil!

Ella no es consciente de lo que hace, está irrumpiendo su vida de la forma más pordiosera, deberíamos apenarnos. ¡No digas eso, chica, ni lo otro, ni lo otro...ni lo otro tampoco!

Hay que respetar siempre a una madre, yo enmendé tras la adolescencia un sendero nefasto y todo ello, por no comprender y escuchar las sabias palabras maternas. ¿Crees que   no agradezco traer este mínimo salario a mi familia? pues sí, lo agradezco pero si fuere más besaría, producto de la desesperación, los pies de un indigente. La culpa es de tu madre, lo sé. El que estés así de desorientada en esta vida es desliz de tu madre, y lo digo  yo. Mi madre me recordaba el rechazo que tenía con mi marido actual, por no hacerle caso mírame cómo he acabado...¡Asqueada por la vida!

Tienes que tener las ideas claras, tu madre es la que te sacará de túneles sin salida, la que te tenderá la mano cuando, aún así, ayer tú se la rechazaste. Sé capaz de hacerme ese favor, es tu madre...

Solamente mi mente filtraba el "respeto, madre, asqueada"

Yo siempre le tengo respeto a las personas, a todas sin excepciones, pero no puedo tolerar el comportamiento que desprende al ejercer de pilar en la familia. 

A mí me da lo mismo limpiar dos casa que una, sería como una limpieza de cutis. Me da lo mismo hacer un plato de comida que ocho seguidos, es un bien común. Pero dependo de una economía inexistente, ¿dónde está la supervivencia humana en este caso?

Hoy ha comenzado el retorno de la pobreza, la revolución de la miseria, el pueblo no puede hablar, nadie debe musitar palabra que desencadene en discusión pues, lo hacen por un bien que va encaminado a la destrucción masiva de esta crisis existencial...¡en dónde coño vivimos! 

Es 1 de septiembre. Odio este mes. Malos presagios sucederán ante mis ojos y no podré remediar nada. El incremento del IVA se acentúa más en esta comunidad. Orgullosa de ser española a tope. Señores, somos esclavos de una sociedad desestructurada, somos esclavos del consumir, somos esclavos de las modas, un mero rechazo ejercerá un papel significativo en nuestra comunidad de monos sin conocimiento. 

Cerraré los ojos, solamente por un momento. 

Un día diferente.

Es agradable pensar que un día esto cesará, como olas ingentes que se descoloran al palpar la orilla de una arena áspera. 

Es agradable pensar que esto solamente fue un nítido pasaje de nuestra vida, un pasaje momentáneo, sentimos y dejamos de sentir.
Son tantos los agravios y delirios que divisaron ojos ajenos que nunca podré aceptar la realidad. Viviré de por vida en una fantasía tajante, donde ponys multicolores serán testigos del hilo de cordura que escasea. 

Sin embargo, sigo sintiendo esa agradable sensación, el cosquilleo de una polilla indagando mis ideas, ¿se pensará, acaso, que conseguirá desprenderme de ellas? 
Aún así, es agradable. Siento la inocencia de un recién nacido, la vulnerabilidad de una virgen, la inconsciencia de una estafa. 
Hoy es el día en el que puedo asumir lo inverosímil. Señores, hoy es mi día. 

¡Llueve, llueve!

El tiempo se cebó sobre España y está salpicando de sudor todas las comunidades autónomas que contiene. Admito que este tiempo me crea una indiscutible atracción como si se tratase de un imán. La lluvia rocía por todas las estancias de este hogar esa extravagante fragancia que engatusa a cualquier presente, lo envuelve en un papel teñido en violín y su eficaz resultado es tan benevolente como una sonrisa inocente. ¿Qué más pedir?
Qué elegante olor a planta mojada, a tierra húmeda...es como una célebre puesta en escena, es magnífico. 

Ahora mismo estoy absorta ante tanta belleza, mi perspicaz capacidad de insultar cualquier momento agrio disminuyó, se aparcó en un rincón, está esperando su turno.

¿Confiar o desconfiar ?

Son las 16:40, hace apenas cinco minutos mi paladar experimentaba el insinuante tacto del pimiento rojo asado con cebolla. No ignoro ese placer, pues,  me fascinó. El ferrocarril que alquilé se desvió debido a tal paraíso. Me ha encantado.
Después para despejarme, como de costumbre, un café que dispersó cualquier fantasma que albergase por terreno pariente. Ahora el ordenador está bien cargado y podré comentar mi perspectiva, mi visión ante un don que pocos pueden palpar, la confianza. 

En mis años de vida, no he podido diluir la desconfianza y transportarla al campo de su antónimo. Y, vagamente, puedo memorar días en los que la gente de mi entorno me la proporcionase. No, lo dudo. No confío y me reafirmo que no seré la única que lo sienta así.

Chica es amiga de chica, pactan su amistad en un níveo folio, expresan sus deseos por no apaciguar la amistad recreada y por continuar su avance en un futuro temprano.

Chica conoce a personas. Personas que consiguen el distanciamiento con la otra chica.

Chica le proporciona importancia a otras personas. No llama a otra chica...chica no comprende el porqué de la situación, siente que la amistad se rompe...Colma la desconfianza inicial, la que en un comienzo siempre se posee ante un desconocido...todo ha cambiado, la gente es así.

MENSAJE DE AYUDA:

En la vida nos vamos a topar con situaciones de este calibre, lo suficientemente heroico es saber analizar de manera paulatina y precisa el mensaje que es de esperar.
¿Yo soy, a caso, la culpable de que "chica" construya un muro opaco en nuestra amistad?
No, no soy la culpable de su decisión. las actuaciones de todo el mundo, exceptuando contadas personas,  siempre van entrelazadas por un punto en común, un ápice de soberbia y conveniencia, está demostrado. Si no formáis parte de mi opinión observar las reacciones que una vez disteis por perdidas, reacciones de personas ajenas o, incluso, de vuestro entorno. Siempre permanecerá el relucir de la revulsión humana, os sentiréis defraudados por la especie humana.
Es fácil atribuirle una importancia casi inexistente a presagios de nuestra convivencia humana, es hasta comprensible. Pero, dar un intervalo de 5 minutos con 2 segundos, no dadle más. Si le añadís más tiempo,os supondrá una mayor incomprensión de lo ocurrido, si habíais conseguido pasar el nivel "1", retrocederíais hasta el nivel "-2". Cuando tendemos a repasar con ímpetu el tema ya aprendido siempre habrá un mínimo de asalto, es decir, no estudiar ya el tema devorado por vuestros ojos, pasad página hacia otro tema que puede absorber vuestra atención y descansar vuestra frustración. Pensad en vosotros mismo, no en los demás. Dicha "chica" no pensó en si la otra "chica" le apetecía quedar con ella. Se basó en pasar de una roca a otra hasta evitar posibles responsabilidades.
Si en el caso de que os pase a vosotros, no os ofusquéis, ni haceros prisioneros de vuestra rabia indignada, no. Seguid con vuestras ilusiones y decisiones, que para vosotros son, correctas. Seguid no descanséis, y si lo hacéis tomaos un café con bebida de soja que está delicioso.
¡Buenas tardes!

Un conjunto.

¡BUENOS DÍAS!
Hoy estamos como es previsible estar, con unos pelos desaliñados que producen náuseas, ojos que piden a gritos ser refrescados para cobrar conocimiento y un espíritu de querer (deber) limpiar, limpiar y limpiar más el hogar natal. 
Ayer os avisé de mi repentina despedida y ahora parece, que este querido ordenador que me acompaña en los momentos más fúnebres de mi trayecto me emite señales de bienestar y correcto funcionamiento.
Acabo de desayunar;
Dos vasos de agua + agua con limón + una pera + café/ bebida de soja.
Todo en uno, ¡oferta, oferta!
Bueno, os debo comentar que mi confianza hacia el resto se va deteriorando. El tiempo consume ese costoso trabajo que pude proporcionarme a mí misma. Nada, solamente queda el frasco de esa colonia agria, la colonia que se dispersó con jocosidad concluyendo en un descuidado hostal a las afueras de mi vera. 
Yo estoy en contra, en otra publicación mostré todas mis frustraciones ante dicho tema, de ese cambio pantanoso. No comprendo que una persona retire de su vida todo lo erigido y construya otra vida paralela a la que obtuvo con los años que sacrificó, no lo comprendo. Pero respeto opiniones ajenas, es lo mínimo. 
Os comento todo va relacionado siento, o tengo esa imperiosa sensación que inspira el aire a través de mis poros, que amigas de verdad...pocas o ninguna. 
No lo sé, en caso que me equivoque pido mil disculpas pero tengo esa idea fijada en mi mente, no todo el mundo puede pensar y opinar exactamente lo mismo que el otro, nunca.
Se puede encontrar un parentesco, pero no somos robots diseñados para recibir datos, catarlos y expulsarlos sin pensar en dicha información, somos seres racionales. Hay que percatarnos de todo lo que hacemos, con sutil delicadeza, señores. 
Bueno, el caso es el siguiente...seguiré después, el ordenador necesita carga, el problema es que tardo demasiado en pensar lo que escribiré...un fallo técnico. 
Au revoir!

Fallos y más fallos.

No os precipitéis, el título no es respecto a la imperfección que tengo por costumbre atribuirme, no. Dicho título es debido a la poca capacidad de resistencia que posee, ultimamente, este ordenador. Así, justifico, mis faltas de asistencia (me recuerda al instituto, ¡ay,madre!)

Os prestaré un breve resumen de lo que he podido estudiar durante unas dos semanas;
Chica muestra gran ímpetu en llamar la atención, chica  muestra semblante gratificante al escuchar bruscas pero detallistas palabras de otra chica, chica no tiene intuición desea decantarse por la imitación, chica se muestra desorientada ante esta vida inquieta, chicas se acobardan ante la vida, chicas cotillean sobre otra chica, chicas muestran recelo ante la testigo...
Podría continuar con las susodichas, pero no es cuestión de hablar de los demás, llega la hora de presidir la mesa, brindar por mis innumerables tropiezos y por mi mente estratégica, la única que me guió hacia la salida de emergencia. 

Hoy he podido catar diferentes sabores y colores. Desde el verde césped hasta un marrón bruñido por un manto grisáceo, desde un morado azulado hasta un beige reluciente.
Hoy he estado caprichosa con la alimentación, unas cuantas verduras a la plancha, una tortilla y una ensalada ( la atiborré de soja y más soja). Después quise degustar un café + bebida de soja. ¡Por cierto, ayer la madre de una amiga me regaló dos cartones de bebida de soja sin lactosa!
Es curioso, porque no me había parado a analizar si la bebida de soja presentaba un ápice de lactosa, y lo también extraño es el bienestar con el que me contoneo ante esa bebida.
En fin, muchas gracias por ese regalo. Nadie me había hecho ese detalle. ¡THANK YOU!

Me tengo que aplicar en inglés, señores...
Debo avisar de mi despedida por ahora, este ordenador tiene que cargarse.
Ahora volveré.

Perder la mirada, distraídamente,
perderla y que nunca la vuelva a encontrar:
y, figura erguida, entre cielo y playa,
sentirme el olvido perenne del mar.

Nunca dejes de soñar.

Degustando un té.

La viva esperanza de avanzar en este camino falto de conciencia, me persigue. Y admito que hasta me he acostumbrado a levantarme al tropezar con indeseables malhechores que me oprimieron en su momento, admito que me he mantenido erguida ante intocables, pedantes y desechos de personas, os lo aseguro. Por eso, hoy, tengo una tranquilidad que me desvela interrumpiendo mi plácido sueño, por eso y por mucho más estoy tranquila, había olvidado esa sensación.
Ayer me comprometí en acatar las señales imprevisibles de este destino contradictorio, sin vocalizar motivo que acabara en disputa. Lo arranqué de las insípidas páginas de mis vivencias, el tiempo  se hizo con ellas y las etiquetó como  próxima abolición.
En verdad, esta decisión la he formulado como "tarea sin acabar" en múltiples ocasiones, pero parecíase infinita, indestructible, esa mísera tarea. Ayer fue el día que se destacó de los otros, se hizo de valer, me alegro. 

El té está en su punto, continúa emanando esa línea de vapor que te transporta a un sueño ilícito, te despierta y sonríes momentáneamente, me encanta el té. No podía faltar en un día tan benévolo como éste, se necesitaba la insistencia de una bebida caliente y gratificante.
Buenos días. 

Me levanto y en lo único que pienso es en mi porvenir, negro, abrumado por la negatividad que emano.
Adiós a los días tranquilos.

Otro día amenaza.

Me siento destrozada, cada vez se acentúa más y más ese malestar digestivo.
Me alimento a base de pan  integral y tomates, tés (rojo y verde) y agua. 
De alguna manera u otra mi estómago estallaría demostrando su incomodidad.
Se abren las puertas a las manzanas y a las peras. Forman parte de esta alimentación.
He hecho deporte durante una hora y no me veo con la capacidad de asimilar el aire contaminado. No puedo, lo admito. 
Me encuentro sin energías, solamente leo poesía de los grandes, admiro el séptimo arte a largas horas de la madrugada y mis ojos analizan lo estudiado noche y día. 
Hoy mi estómago realizó una instancia al dolor, proponiéndole un aumento de su dosis. Me toca agradecerle todo ese trabajo, ¿verdad?
Mis ojos se adormecen, mis ojos se despiden.
Au revoir.

Pensamientos.

¿Por qué todo lo que es tangible acaba siendo efímero?
Existe la transformación, una leve modificación de algo, hasta de una persona. Pero no ilusionaros por un cambio inminente pues, no existe, apaciguar ese destello de luz en una esquina flamante de vuestra memoria. ¡No existe dicho cambio!

Existió en mi vida un hombre que decíase ser testigo del imperioso cambio, él lo había palpado, había revivido esa verosímil sensación, acarició su alma sustituyendo la maldad por la bondad, el egoísmo por la generosidad, el desprecio por el agradecimiento...
El susodicho manifestaba con ahínco el progreso que logró alcanzar, se veía capaz de conseguir cualquier objetivo marcado, subrayado para realizar...
Ese hombre, dejó a su familia sin blanca, casi en el desahucio. Despreció con gran énfasis a sus respectivas hijas, sin exceptuar a su mujer, y malgastó la mayor parte de su vida en mujeres cuyo cariño era económico.
Les proporcionó a "otros" lo que su familia llevaba ahorrando con parsimonia durante años.
¿Eso es un cambio?
Las personas, a la larga, modifican su carácter, su madurez. Este hombre abusó de un "cambio" ficticio, abusó de una economía ficticia, abusó del cariño incondicional que les proporcionaban las personas de su entorno. A cambio, él vislumbraba días de lujuria con desconocidas que su hogar natal no era perteneciente a España, con desconocidas que, asqueadas, proporcionaban placer a hombres que superaban la treintena de edad, ¿adónde vamos?
Por eso nunca podré confirmar lo que muchas personas afirman, no confío en un cambio personal, siempre, arrinconado, permanecerá alguna ceniza de la vida original, la vida que desde un inicio nos acompaña y la que plantó sus raíces en nosotros.

Recordé hace un día que no tengo sentimientos, ¿por qué me debería molestar el que tú me desprecies?

Quiero rozar la muerte sutilmente y deshacerme de ella como los árboles su follaje en otoño.

Querida Mamá...

Mañana recordarás tu infancia, mi nacimiento, tu compromiso...

Mañana recordarás tu castigo, tu sufrimiento, ese malestar insistente...

Mañana recordaré ese charco que causó tu llanto,

Mañana recordaré cuando el barró se fusionó en tu vestimenta,

¡era imposible arrancarlo!

Mañana estarás impactante, exaltada, emocionada,

el verano se tropezó en tu nacimiento, en tu reencuentro con la vida...

Mañana propondrás una causa de vida, un deseo infinito, un comienzo inminente...

Mañana observarás mis primeros pasos, tus desfallecimientos en el trascurro,

observarás todos los hechos verídicos que palpaste...

Mañana será el día que descalifique al resto, será tu día.

Hoy es uno de esos días que de la tristeza a la franca felicidad hay un abismo, y siendo sincera, es difícil de sobrellevar. 

¿A caso me estás mirando?

Sueño con que un día me observes, me descalifiques,

sueño con que un día me odies, me trastornes,

sueño con el momento exacto, lirios blancos y pétalos en lo bajo,

nubes empañadas, fantasiosas, nostálgicas...¿qué les sucederá a las nubes?

Sueño con que me observes, me acentúes en tu vida.

Sueño hasta oprimir mi sentimiento, hasta desvariar de alegría. 

¿A caso me estás mirando?

Cada día reconozco menos el mundo en el vivimos, sorbo de café.

Cada día reconozco menos el brillo que brota de tu instintos, sorbo de café.

Cada día reconozco menos el transcurro de tus pasos, nos distancia, es previsible. 

Cada día reconozco menos el saludo de tus abrazos, nos distancia, es previsible. 

cada día lo reconozco menos.

¿Y dónde están tus principios, aquéllos que me engatusaron hasta perder el conocimiento?

¿Y dónde están tus principios, aquéllos que consideré dignos de alabancia y estima?

cada día lo reconozco menos.

Eres encantador, un ser de fisonomía  estratega, idolatro tal composición.

Eres encantador, un ser inmaculado, mal situado en este rincón.

Eres encantador, y por eso te comprendo aún corroborando tu mal actuación.

Eres encantador, insomnio, jaqueca, perturbación.

Eres encantador, y me encantas, aún gritando por el rellano, 

me encantas aún catando mal estudiado...

Gracias por encantarme y a la misma vez, desconocerte.

Algodón dulce.

Antes podía inspirar el aire, saborearlo como si estuviese catando un algodón de azúcar, antes ese azúcar se aposentaba en mi comisura decidido a no desprenderse de ella. 

Me fijé que se había enamorado de ella, el azúcar se envolvía en la misma, jocoso, avisaba a sus aliados para comenzar su traslado, les decía y advertía de su marcha, su decisión había tenido lugar esa misma tarde cuando se mostró conforme entre mi mejilla y la comisura.

Deseaba pasar el resto del tiempo allí, 

deseaba que el tiempo lo aplastase,

lo amontonase y lo tatuase allí...

Lo deseaba tanto, que cuando esa deteriorada mano lo separó del  destino que había idealizado, hizo lo imposible para que no ocurriese dicha acción.

La mano rascaba con ansia en la comisura, donde el azúcar se hospedó,

rascaba...y rascaba...

Resistió hasta arder de un dolor psíquico,

él sabía que después de que le arrebataran lo que había erigido durante, apenas, segundos ... iba a reconstruir una venganza vigente. Tenía todo el derecho del mundo azucarado.

¡Dichosa fue la mano, rascó hasta despegar al azúcar! 

...El azúcar fue humillado llegando a la uña, no podía creer tal cambio...

Sabía que la comisura siempre iba a estar esperándole, aún el color de su reflejo rosado tornase a un marrón revulsivo. El azúcar realizaba un análisis de la situación, vislumbraba diversas opciones, pero no se decantaba por ninguna, las marginaba en un rincón de su mente esperando ser sorprendido por una señal mediocre.

Continuó esperando y absorto en su pensamiento...

Continuó esperando y reflejando desesperación...

Continuó esperando y descolorándose a base de tiempo...

Continuó esperando y se detuvo el momento...

No pertenezco a esta vida.

Noto el áspero tacto de este montón de ropa que mantiene la mesa de estar, mis manos manosean los hilos sobrantes de algún que otro calcetín depravador, en cuanto a mis ojos, mi mirada, se ve intacta, demolida, obstruida por un montón de muros decorados con obras de arte, un arte que no consuela. 

Cansada, estudio el equilibrio que intento medir con el tiempo, noto mi desaliento.

Cansada, soslayo una luz cegadora que se cerca sobre mí.

Cansada, camino, y sigo caminando hasta que mi corazón palpite con el ahínco que antes desprendía.

Me ahogo, me asfixio, el aroma que transpiran las paredes me irrita, me hacen reafirmarme en la decisión de desaparecer.

Mi piel emana calor, es palpable, un calor casi erótico,  un calor que consigue el rubor de cualquier persona decente al caminar. 

¿Se ha comprobado, verdad?

No puedo bailar como una posesa ni, mucho menos, rozar el delirio, pero puedo malgastar el tiempo con anotaciones insolentes que perjudican al aludido.

No me debería ofuscar por algo tan ridículo, debo controlar mis emociones. 
Por eso, quiero imaginar que no pertenezco, en parte, a esta vida. Son mundos inconexos, vías adversas.
He decidido volver a nacer.

Un día agotador.

Dos vasos de agua, un café con bebida de soja y una yogur de soja con cinco avellanas han hecho falta para refrescar mi memoria y posponer lo que me gusta por las prioridades básicas de una persona. Es decir, que aunque cueste acatar dichos encantos de  esta vida misma, debo encontrar un hueco en este arduo calendario para mis estudios de verano. 
Independientemente de lo que, como he nombrado, quiera mantengo el deber de hacer dicha actividad.
No me apetece mucho escribir por ahora, me encuentro vacía. Cuando pueda reclamaré mis derechos como persona, en otro momento...mejor, ¿verdad?.

Empiezo a reflexionar, mi piel emana un leve aroma agridulce, me desespero. 
Empiezo, y consiento esa reflexión. Mis ojos gotean...¿qué significa? ¿estaré asustada? 
Huir de las responsabilidades inútiles y adquirir nuevos destinos.

Abrázame,
porque yo no podría aunque lo intentara.
Ya todo terminó,
Supongo que llegó mi hora.
No me quiero ir,
pero es hora de decirte adiós.
Así que abrázame ahora,
porque ésta será nuestra última vez.


Camino lento y no creo poder luchar,
sé que de alguna forma tú encontrarás
una manera de vivir tu vida,
Sólo recuerda vivir cada día como si fuera el último.
Así que abrázame ahora,
porque llegó la hora de irme.


No quiero morir, no sé por qué...
este tipo de destino era para mí...
tienes que ser fuerte...
tienes que seguir adelante...
no es como pensábamos que sería...
y qué puedo decir...
nunca iba a terminar así...
qué tengo que hacer...
se supone que voy a envejecer contigo...
pero eso no va  a pasar...




Crash- Sum 41.

  ¿Qué encontraste en él que no supiste valorar en otro? ¿Por qué se cercaron en ti esos admiradores? ¿Por qué no comes más de esto y menos de lo otro? ¿Por qué no te dejas aconsejar? ¿Por qué te fijas en un solo punto? ¿Por qué no eres más cariñosa? ¿Por qué eres así? ¿Por qué te puede atraer esa clase de persona? ¿Por qué has desistido ante la vida? ¿Por qué no te sientas justamente aquí? ¿Por qué te equivocas? ¿Por qué te infravaloras tanto? ¿Por qué consigues lo que te  propones? ¿Por qué recoges aquéllo? ¿Por qué me miras? ¿Por qué me hablas? ¿Por qué me amas? ¿Por qué me haces daño?

"Yo no sé nada en absoluto, ¿Quién soy yo para decir que me amas?"

Conversación Nª 1.

30/07/2012


He mantenido una conversación un tanto peculiar con un compañero, el amigo que estudia, aún atragantándose, mis penas y alegrías que me van surgiendo durante el día. Antes, era distinto, no lo consideraba amigo. Lo consideraba el hermano de mi amiga. Ahora mis conversaciones con él van tornándose a un tono níveo y transparente, van incrementando la frecuencia de las mismas y hasta puedo decir que son amenas. Me alegro.


En ella se reflejaba; inseguridad, bondad, respeto, cariño, empatía, confianza.
Todo esos sentimientos que mutuamente percibíamos habían sido publicados por nuestros densos caminos por la vida, por la semejanza de cada uno de estos toques que nos azotaban hasta derrocar al supremo, por nuestros innumerables rechazos a la evidencia y puertas abiertas a la pasividad. Yo ya había corroborado nuestras similitudes como personas, pero nunca patenté tan inmediatamente lo susodicho. En fin, espero volver a repetir una conversación con tanto contenido sentimental y con tantos aportes psicológicos los cuales, anulan la inactividad humana.


...

Otra pérdida de tiempo.

He sufrido de malestar psíquico  constante por tu culpa, y ahora decides marginarme de tu vida. Lo veo lógico.
Es extraño, desde que sucedió ese hecho memorable, ayer mismo, no he parado de pensar que lo hice mal, que las culpas tendían a recaer en mí, sí o sí, pero...había una parte de mí que manifestaba lo contrario, el hecho de que a él también le correspondía responsabilidad en ese drama. Y, francamente, confieso decantarme por la segunda opción. No ha dejado, desde entonces, de contactar conmigo a base de mensajes, cuestionándome lo de ayer, el beso y lo que yo sentía al respecto. En un momento dado, me envía lo siguiente;

"Lo he arreglado ya con mi novia, lo siento mucho por lo de ayer, de corazón."
...
¿Cómo puedo sentirme respecto a eso?, ¡Cómo!, lo único que podía vomitar en ese momento era mi satisfacción ante la facilidad que tiene en arreglar las cosas, mis felicitaciones por unirse a ella y aumentar la felicidad que refleja cuando la nombra, eso es únicamente lo que podía hacer. 
No podría mostrar el lado más clandestino de mi persona, el que plasmaba mi contrariedad con su decisión, por su falta de tacto hacia mis sentimientos, porque mantengo esa sensibilidad en constante movimiento, es un sentimiento verídico, un sentimiento vehemente. 
En fin, utilizó sutilmente mi inocencia, interrumpiéndola así, para conseguir su beneficio viperino. Ya nada puedo hacer, ahora me encuentro aún peor, porque...al chico al que amo le he defraudado, sin mostrarme consciente de ello. 
Quiero cerrar por milésimas de segundos los ojos, mis párpados me pesan, descansar del constante arrepentimiento y disfrutar de la ignorancia.

Igual, nada ha cambiado desde el último adiós.

En mi mente retumba esa última despedida, ese adiós indeseable, ese beso malhechor.
Todo parece ser sacado de un libro de ficción, donde la causante de cualquier estropicio soy yo y la víctima suplicante es la novia de él.
¿Pero,él que papel toma en esta sesión cinematográfica?...


Me siento tan  obsesivamente mal, mi culpabilidad  no la puedo aposentar  en la salvación. ¡Esto es tanto culpa de él como mía!, no fue solamente mi decisión ese beso, también él se implicó en ese deseo.
Vale, no voy a mentir, no me desagradó el beso, lo que sí me desagradó fue el después del beso, las palabras emitidas por esos labios jocosos, las palabras que se emitió después de la prueba de amor que parecíase surgir. ¡No comprendo por qué lo hice! ¡el deseo superó a la razón, al pesar del "después"! 
...
Ahora no puedo vislumbrar una salida de emergencia, entre tanto tiempo remoto solamente queda la incomprensión general, la paciencia infinita, el arrepentimiento mental.
Solamente queda eso, él toma las decisiones, yo las acato y puedo hasta llegar a cumplir alguna de ellas, soy un perro senil y él mi dueño,  consigue alentarme al silencio y consigue decantarme por la complicidad. 
Adiós querido arrepentimiento, debo ser valiente y desprenderme de la frustración, debo decidirme por el silencio y acabar con la preocupación. Todo a su tiempo, lo que tenga que suceder, sucederá. 

¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!

Como bien pronunciado expongo en el título, "¡MIERDA, MIERDA, MIERDA!", acabo de,a lo mejor,  interponerme en una relación amorosa, en una cuestión que solamente forman parte dos.¡Cómo ha podido ocurrir!.
He estropeado de una forma ridícula mis principios, no me comprendo y dudo con gran énfasis que lo consiga algún día.
Odio esta sensación, odio esta sensación...


¿Ahora cómo continúo mi recorrido sin ese fatídico cargo de conciencia?
...
Os explico;

Estaba en un parque con unos compañeros, amigos (yo era la única chica en principio), después se sumaron dos más, pero esa no es la cuestión, lo primordial fue que mi ex-novio (no el que me dejó sin más, otro de ellos era) me apartó del resto del grupo para intentar mantener una conversación estable conmigo, donde el diálogo de los demás no interfiriese en nuestros muchos intentos de hablar.  Me apartó, demasiado para mi gusto, y me comentó que estaba sufriendo un pesar amoroso con su actual novia ( la cual, arreglé la relación con ella debido a una pelea pasada).
Que si peleas, que si no lo otro y muchas más cosas que,aparentemente, parecíase insignificantes detalles. Después de desahogarse conmigo (que seré una pesada pero siempre la gente acude a mí con ese fin), me soltó;
-¿Puedes hacerme un favor?
-Sí, claro- le respondí esperando que me estimase una frase reconfortante.
-¿Me puedes besar?


Mi semblante  preocupante se modificó inmediatamente al escuchar dicha proposición, mi nerviosismo aumentaba y no controlaba las muecas de satisfacción que expresaba.
Le  espeté mi sorpresa al igual, que le renombre todas las tantas consecuencias que podía causarle dicho beso, pues nada... le besé, me besó, nos besamos.
No sé el porqué de mi beso,  y  tampoco sé la justificación del suyo, pero lo único que sé es que lo hice y sería, seguramente, por algo. 
Después nos mantuvimos acordes con el grupo de gente que nos acompañaba. Y para finalizar la noche nos escapamos cogiendo como escusa " nos tenemos que ir, vivimos cerca y nos acompañamos mutuamente", en verdad, vivimos cerca pero no hacía ninguna falta esa artimaña para separarnos de los demás, con un mero adiós sobraba. 
En fin, acabé en su casa y nos despedimos como si nada, me siento absorta ante toda la situación, y dudo que él tampoco esté de rositas caminando por el país de nunca jamás. 
Ahora en lo único que pienso, es en lo que me tengo que enfrentar de aquí adelante.
Él tiene novia y yo, estoy enamorada de otro. ¡MIERDA, MIERDA Y MIERDA!

Me tengo que ir...

Lo fácil que es hacerme feliz.

1. En mi nevera no debe faltar los vegetales (ya que soy vegetariana, es lógico que anote esto).


2.También deben haber cantidades masivas de legumbres (lentejas...cómo me gustan)


3. Marginarme por un momento del mundo, y proporcionarle al deporte atención gratuita. 


4. Permitirme una vez cada cinco siglos, un antojo (material).


5. Leer.


6. Escribir.


7. Lo que hago, o suelo hacer con perseverancia, es encadenar un día del fin de semana a ver películas (cualquier película es válida).


8. Salir por la noche con mis amigos.


9. El campo (me sirve como excusa para evadirme de todo el estrés).


10. Café.


11. Té.


12. Familia.


13. Pensar en mi mentor...






Seguramente me habré zampado alguna cosa que otra, pero por ahora...es suficiente. Aviso, el orden de la enumeración no hay que tomarle más importancia de la que ya tiene, pues, no es superior el leer antes que el escribir, están los dos por igual, empate. 


Sabéis, iba a apuntar "senderismo" siempre he deseado hacerlo y, corroboro, que si lo realizase sería una de las tantas cosas que me hacen feliz, pero nunca lo pude hacer.
Mi ex-novio, me prometía tantas cosas... y una de ellas era hacer senderismo. Como podréis prevenir estaba, entonces, ansiosa, ilusionada porque sabía que se iba a cumplir una de las tantas cosas que tengo en mente. Pero nunca sucedió, él me abandonó alimentando el vacío que me había creado en esa semana ausente.


En fin, plas plas...¡ a despertarse, no es hora de lamentaciones y pesares!


A continuar con la función de la vida... 

¿Alguna vez no os habéis sentido solos?

Porque yo, últimamente me siento excesivamente sola.

Son las 13:47, y quiero morirme. Odio eludir la evidencia con muecas de torpeza, odio entorpecer al destino con mi presencia, odio tantas cosas que me recuerdo a cada momento que es imposible abandonar dicho tema.

Son las 13:52, me he entretenido hace unos minutos observando la televisión, mi madre seguramente introducirá la llave que abrirá la puerta de la casa, no quiere verme en el ordenador, ¡a saber qué se pensará...!

Son las 13:54, y remontamos el mismo tema, me siento torpe e inútil.

¿Nunca habéis sentido que la vida os sorprende constantemente y no, precisamente, todo a tu favor?

La soledad me aburre.