martes, 1 de septiembre de 2015

Aquí llegó. Hasta aquí, debo decir, que acabó. Cuesta despedir una etapa de tu vida pero, lo más sensato es limpiar esa estantería que almacena polvo. Un polvo que resulta, al tiempo, nocivo para tu salud. ¡Abrid ventanas, hay que ventilar este cuartucho! 

Los días acababan siendo débiles comparándose con la capacidad de un individuo a continuar, la resiliencia, de resistir cualquier situación que se presente.  Los días pasan desapercibidos. Sin el menos disimulo acaban acomodándose a tu espalda hasta presionarte. No sé...quizá sea yo, pero he de decir que el tiempo no está a favor de nadie, por el contrario actúa en detrimento del hombre. 
Acentúa su presencia y nos deja un vacío que acaba por transformarse en angustia. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario